Fundación Voy Cada Vez Mejor

Hay que forjar el espíritu

“El hierro está lleno de impurezas que lo debilitan: la forja lo transforma en acero y hace de él un sable filoso. Los seres humanos se desarrollan del mismo modo” – Ueshiba Morihei

Más de una vez he oído decir: “Yo no puedo hacer artes marciales”.  Muchos creen que el entrenamiento de artes marciales está dirigido sólo a personas jóvenes, con gran preparación física y gran habilidad innata para ello.

Las artes marciales o los deportes de competición, si son practicados de una manera “amateur”, pueden ser ejercitadas por todos, atendiendo a las particularidades de cada uno. 

Sin embargo, pese a lo antes dicho, puede que “no todos puedan practicar artes marciales”, ya que los que han llegado a ser “grandes maestros” no lo han sido por sus cualidades o habilidades físicas, sino por un carácter en el que se destacaba la perseverancia para seguir pese a las duras pruebas que se presentan en la vida y la humildad para volver sobre sus pasos y replantearse lo recorrido.

En honor a los maestros y a todos aquellos que saben que el camino hacia la superación no es imposible, sino exigente; que no es difícil, sino complejo, es que les dedico esta hermosa historia:

“Existía en la antigüedad, un  prestigioso maestro que forjaba sables. Estaba una vez el maestro en su fragua, golpeando un trozo de hierro candente, que introducía en el agua congelada para volver a golpearle y ponerlo de nuevo al fuego.  De repente el trozo de hierro le preguntó: “¿por qué me trata Ud. tan mal?, me ha tomado como un mineral, me ha fundido a temperaturas que sólo Dios sabe, me ha juntado con otros minerales y... después me ha convertido en acero, me sigue golpeando y abrazando una y otra vez.  ¿Es que yo le he hecho algo?  Y de ser así, ¿es que no me va a dejar descansar?

El maestro siguió trabajando sin hacer caso de los reclamos que le hacía la lámina de acero.  Hasta que por fin, una vez lijada y afilada, la puso frente al espejo, y la hoja al verse tan afilada, cortante y destellante no precisó ninguna respuesta”.

 

Lic. Enrique Muñiz
Psicólogo UBA - 3er. Dan Aikidô
enrique.muniz@aikido-kobukan.org

(Texto extraido de la revista Quantum - Año 4 Nº 43, Septiembre 2001, Pág. 15)