Fundación Voy Cada Vez Mejor

El Maltrato Infantil

Una conducta aberrante

Maltrato infantil El maltrato supone ejercer la violencia, física o psíquica, de forma no accidental. En otras épocas el trato dispensado a los niños era mucho más duro que en la actualidad y los castigos físicos eran muy frecuentes en la casa y en la escuela. Las conductas infantiles consideradas inadecuadas se reprimían con enorme dureza. Pero sin que pueda justificarse, esas prácticas diferían del maltrato que actualmente se producen en los países desarrollados.

El maltrato que supone hace sufrir a los niños innecesariamente es un tipo de conducta que no contribuye a la supervivencia de la especie y que, por tanto, es una conducta que no ha podido ser seleccionada a lo largo de la evolución del hombre. Sólo puede ser producto de las alteraciones que la cultura ha producido en las formas de vida tradicionales.

En los países occidentales se suele considerar que el maltrato proviene de 3 tipos de factores: las características de los padres (su historia, sus rasgos psicológicos, que el niño no sea del sexo deseado, esté enfermo, llore mucho, etc.), factores ambientales y alteraciones en el medio (desajuste de los padres bajo el nivel socio-económico, alcoholismo, drogadicción, marginación, etc).

El maltrato de los niños es una conducta aberrante, pues no tiene ningún valor adaptativo: los animales se pueden comer a sus crías si son muy numerosas o no tienen con qué alimentarlas, pero no la maltratan inútilmente.

Maltrato infantil El desarrollo social que se ha producido en los últimos dos siglos está alterando las condiciones de vida de los hombres. Se habla de la destrucción del ambiente natural, de los atentados ecológicos, de la destrucción de la naturaleza, pero se es mucho menos consciente de cómo los cambios en las condiciones de vida social pueden estar afectando al desarrollo de los hombres con la aparición de trastornos y enfermedades de todo tipo.

Los niños viven en familias que cada vez más tienen un solo progenitor y únicamente tienen contacto con otros niños durante el horario escolar, mientras pasan largas horas viendo la T.V. solos o con adultos con los que no mantienen intercambio.

Muchos de los cambios que el hombre ha introducido en las formas de vida sociales son probablemente muy beneficiosos, pero otros no lo son tanto y no están destinados a satisfacer necesidades humanas sino, más bien, la ambición de unos pocos.

Francisco Arias Solís

(Texto extraido de la revista Quantum - Año 3 Nº 32, Octubre 2000, Pág. 7)