Con la llegada del otoño, el cambio climático y los primeros fríos vienen aparejados con el aumento en la incidencia de enfermedades, en especial las de las vías aéreas respiratorias: el famoso resfrío, catarro, bronquitis, gripe, etc.
Este aumento en el número de casos se ve con mucha mayor frecuencia en los niños o adultos con antecedentes, tanto personales como familiares, de alergia.
¿Qué es la alergia? Es la predisposición a reaccionar de una manera diferente ante sustancias por las cuales, estamos en contacto en forma habitual, a las que llamamos alergenos o antígenos. Estos son muy variados: polvo, pólenes, hongos de la humedad, como también medicamentos, alimentos y muchos otros.
En el organismo de estas personas hay anticuerpos que actúan como defensa, aunque los anticuerpos IgE, aumentados en los alérgicos, producen síntomas bastante molestos: rinitis, asma, conjuntivitis, dermatitis, eczema, urticaria.
¿Puede curarse? Con un tratamiento adecuado, los médicos especialistas logramos que el paciente se encuentre libre de dichos síntomas. Afortunadamente en la actualidad, contamos con innumerables métodos para tal fin haciendo que los pacientes desarrollen una vida totalmente normal y sin limitaciones.