Fundación Voy Cada Vez Mejor

Yoga y embarazo

A medida que el tamaño del útero crece, aparecen los fenómenos mecánicos de compresión vascular y de vísceras pelvianas y abdominales y el "arrastre" de la columna lumbar hacia delante. Esto sucede por el peso mal sostenido por una musculatura hipotónica, que exagera la curva de lordosis lumbar y es compensada para el equilibrio, con la exageración de las otras curvas de la columna. De tal modo se va desacomodando el eje provocando frecuentemente la aparición de compresiones nerviosas y contracturas musculares para reducir los movimientos dolorosos, lo que lleva a un círculo vicioso de compresión-dolor-contractura-compresión.

La práctica cotidiana de ejercicios apropiados, mejora la circulación y la capacidad respiratoria, fortalece y aumenta la elasticidad de la musculatura del suelo de la pelvis y mejora la alineación articular.

La elasticidad de las pelotas absorbe el impacto del peso, previniendo o aliviando los dolores de espalda. Al ser inestables por su forma, estimulan el tono muscular para mantener alineada la columna y el cuerpo en equilibrio, ejercitando una postura favorable también para la época de lactancia. Haciendo pequeños movimientos de rotación se moviliza la pelvis y la cintura, aliviando la tensión lumbar y de las articulaciones sacroilíacas. Al estar sentada sobre la pelota, se pueden practicar fácilmente los ejercicios de contracción y relajación del piso pelviano.

Descansar el peso de la columna sobre estos balones en cualquier posición, incluso ventral ya que la blandura varía inflándolos con más o menos aire, es una excelente forma de relajación y ayuda a practicar distintos tipos o "alturas" de respiración, tema de vital importancia durante todo el trabajo de parto.

Prof. Estela Pedraza
estela_pedraza@hotmail.com